viernes, 3 de mayo de 2013

La vida - En memoria de Mariano Kodner

Asi de ambivalente. Los contrastes en la oscuridad y en la luz disparadores de las sensaciones más intensas. 
Una vez más la jugarreta esa del destino que pone a nuestro fantasma enfrente. Y qué hacer con él? Más inoportuno todavía cuando se trata de un ser humano…

Era un sábado, para mi típico. La luz que se abrió en la oscuridad propició el acercamiento. 

Él era actor (bueno), yo dije no ser nada. 

Ahí mismo se tejió una breve amistad, quizás duró lo suficiente. Hasta que ese fantasma superpuso las realidades, el pasado y el presente. 


Su miedo a la muerte, mi antigua ahora eterna batalla contra la enfermedad…o al revés.

Y entre el principio y el fin la creatividad inmortalizándonos.

Una noticia vieja que sorprende y duele. Otra vez el fantasma, otra vez la realidad