domingo, 29 de diciembre de 2024

Domingo: el día fuera del tiempo

Existen debates internos paralizantes. Muchos se desprenden de decisiones cruciales que hemos tomado a consciencia. Y ahí, una vez destruida la zona de confort incómoda, el caos se apodera de la situación y resulta complejo desde ese lugar traccionar los propios deseos. La practicidad parece tomar el control para paliar las pérdidas y asegurar la subsistencia.

Más tarde, con el cotidiano bajo control, es inminente gratificarse; pero ya sabemos que para perseguir el propio disfrute hay que arremangarse. Será una de las paradojas de la libertad: tener un domingo sin agenda, reloj, ni compromisos y anhelar que de algún modo alguien más decida por nuestro tiempo.

Pero ahí, mientras suceden todos los circos de las dimensiones paralelas estás vos cargando la batería de tu cámara de fotos que olvidaste cómo usar, haciendo interminables listas de tareas que podrías estar haciendo en este mismo instante, buscando tu propias palabras escritas hace años mientras cae alguna lágrima de frustración porque tuviste que tachar la doble.

Este domingo medio bisagra, medio limbo anuncia un lunes de infinitas posibilidades, queda en la propia libertad encarcelarse o desanclar.