Últimamente
estuve siendo medida en distintos
ambientes con la vara del servicio. “No me sirve Lu alguien que…”… cuando ese
alguien soy yo y ese que es mi ser y estar.
La conclusión
que saqué es que inservible es el adjetivo que más feliz me hace. Eso me acerca
más a la humanidad y me aleja del mundo de los objetos. La servidumbre, señoras
y señores del siglo XXI, fue abolida en 1861. En la actualidad, la trata de
personas es un delito en el país.
El no
servir al otro resulta una virtud humana difícil de alcanzar. No sirvo, existo y
soy en sociedad con los roles que elegí desempeñar en la vida haciendo
exclusivo uso de mi derecho humano de libertad. Gracias por su juicio, métaselo
en el lugar que más le sirva, porque a mi no me sirve en ningún lado.